En los próximos meses se presenta la novela La Razón de un pueblo (Universo de Libros), de la escritora Soledad Aguiar, que cuenta con una pluma muy bien afilada la historia del casco viejo de Corralejo. La novela detalla la lucha por la justicia, la verdad y la dignidad de las familias marineras y la trama que pretendió arrebatarles sus casas. La editorial concluye que esta novela entretiene y conciencia sobre uno de los males de nuestro tiempo: la especulación inmobiliaria.
-¿Cómo se teje la pesadilla vivida por los vecinos del casco viejo de Corralejo?
-Lo interesante era entrecruzar realidad y ficción. Una historia que tenía todos los elementos para ser una novela e incluso una película. Lo complicado era cómo reflejar todo eso sin que resultara aburrida al lector, ya que había muchos datos, detalles y sentencias que se mezclan con problemas personales. Ahí es donde me he refugiado en la ficción, para poder contar historias. Los personajes descubren secretos, vivencias o tradiciones marineras, con la amenaza constante de perderlo todo. La novela reúne a una serie de personajes representativos del casco viejo y, bajo el recurso de la ficción, navega entre el pasado y el presente. La historia comienza cuando se crea el comité de vecinos afectados del casco viejo, y hay capítulos dedicados a casas y familias como la de Fula, nombre ficticio de una mujer que gana la primera sentencia en los tribunales y salva su casa, situada frente a la Playa Chica. Tiene otro capítulo María, mariscadora, que recogió la Medalla de Oro de Canarias por la lucha ejemplar de este pueblo y falleció poco después, al día siguiente de sus queridas fiestas del Carmen.
-¿Cuánto tiempo tardó en crear la novela?
-Dos años, más o menos. Lo más complicado fue redactar un buen guion, los elementos que debía incluir, y que me sirviera para ordenar la historia. Necesitaba el recurso de la ficción para tejer el hilo conductor… Hay tantos detalles y un trasfondo tan importante que me llegó a crear un poco de ansiedad, porque tenía una gran responsabilidad con el dolor y la lucha de las familias y no quería fallarles. Guía la trama un narrador que prefiere pasar desapercibido y que llama a las cosas por su nombre, que es minucioso y prioriza el fondo sobre la forma en sus descripciones, sobre todo cuando tienen que ver con la idiosincrasia majorera.
-¿Otro gran atractivo es que es una novela histórica?
-Sí, para mí es una declaración de amor a Fuerteventura. Se dan pinceladas de su historia, su geografía y costumbres y, lo más importante, que lo menciona la editorial en su valoración: “Se bucea en la intrahistoria de sus habitantes para mantener viva una memoria que corre el riesgo de perderse”.
-¿Considera que la novela tiene tintes feministas?
-Sí, aunque no se profundiza en la psicología de los personajes, me siento muy orgullosa con las mujeres secundarias como Fula, Eleuteria, Luna, María o La partera, mujeres coraje que son un ejemplo de tesón y decencia. Sus peripecias personales, emocionantes, enriquecen la trama central. Lapa es un personaje que simboliza a la mujer marinera de Corralejo, que tiene esa vinculación especial con los habitantes más mayores, y encima no he tenido que imaginarla mucho porque es real, existe y es una vecina y gran activista que defiende el casco marinero.
-¿Qué fue lo más complicado de la novela?
-No dejar ningún elemento importante fuera, ser precisa y amena a la vez, porque es mi primera novela. Lo complicado también es dibujar el trasfondo mafioso, especulativo, y los tintes políticos. Las entrevistas han sido muy valiosas para elaborar esta obra. He tratado de emplear una prosa clara y directa, con aroma canario, sin mucha retórica, para que se entienda el mensaje. Destacaría que la ambientación es clave, con lugares como la Cofradía o el mentidero. Tengo muchas ganas de que se presente ya y se abra la caja de Pandora.
“Estoy muy orgullosa del tesón de las mujeres de Corralejo, que son un ejemplo”
-‘La casa de la partera’ está de actualidad, por el miedo a perderla por parte de sus legítimos propietarios. ¿Esta vivienda fue levantada por una familia cargada de historia para el pueblo?
-Sí, tiene también su capítulo, gracias a Julián, el hijo de la partera, un octogenario con muy buena memoria que cuenta con detalle la vida de su madre, la partera. Un sobrino de Julián se enteró en esta investigación de que su abuela y su bisabuela ya eran parteras. Esta familia está en plena batalla judicial contra los especuladores para que no le arrebaten su memoria, la vivienda que levantaron sus antepasados. Julián es uno de los pocos mayores que quedan vivos, porque muchos se han ido sin ver el final de esta enrevesada trama.
-¿Cómo surgió la idea del ‘crowdfunding’ para editar la novela?
-Me pareció muy interesante para comenzar a financiar la novela. Elegí Verkami, que es una plataforma dedicada al micromecenazgo, que funciona de forma seria y la verdad es que ha sido un éxito, porque lo he conseguido. Se lanzó el 26 de febrero con el objetivo de recaudar 4.000 euros en 40 días para publicar 300 ejemplares, y ha sido todo un acierto. Me gustaría agradecer a las personas que se han implicado en el proyecto y han participado como mecenas para hacer realidad esta obra. Puse varias modalidades de mecenazgo: una de 20 euros por el libro, que ha reunido ya a más cien personas, otra de 22 euros que incluía el libro y un marcador. Una tercera modalidad de 32 euros a cambio de un libro, una bolsa y un marca páginas, y una última de 105 euros con cinco libros y cinco marca páginas. En general, estoy muy contenta por el éxito y muy agradecida, también con la valoración tan positiva que ha hecho la editorial sobre la obra. Se trata de un regalo para las generaciones de vecinos que han luchado contra el crimen urbanístico.
FUENTE: https://www.diariodefuerteventura.com/